Los nietos son el premio a la vejez. Un bálsamo a nuestra vida. Un pedacito del cielo; suaves, tiernos
y cariñosos.
Los abuelos y los nietos somos de dos generaciones distintas pero nos comunicamos con el lenguaje
universal del amor.
Los nietos vienen a llenar un lugar en nuestros corazones que no sabíamos que estaba vacío.
No hay nada como un nieto para dibujar una sonrisa en tu rostro, provocarte un nudo en la garganta y dar calidez a tu corazón.
Ya sea que estén a nuestro lado, o que estén a kilómetros de distancia, los nietos siempre se encuentran cerca de nuestros corazones.